Vernos a la cara

Jorge Arturo Mora
2 min readDec 21, 2018

--

Hice bien en lanzarme en el asiento trasero del conductor sin preocuparme porque un tráfico nos detuviese .

Desde atrás veo en el vacío asiento del pasajero las luces rojas que expulsa la pista con la velocidad del conductor de cara seria, cansada, quien no puso resistencia para que ambos fuéramos a sus espaldas.

Estás tan asombrada con la pista multicolor que pareciera que los rayos nocturnos te mutan el cabello. Cuando te subiste al auto estaba tu pelo café; ahora se tiñe de rosado.

Las puntas te pegan en los labios y no las quitás. Yo no quito mi mirada de vos y prometo seguir así.

Ya es tarde y estás cansada. Cierras los ojos esperando que despiertes en tu cama.

Todavía nos faltan veinte minutos para llegar a nuestro destino. Quisiera que la pista se estire y me dé un minuto más cada cien metros.

Tu mano reposa en el asiento central a la espera de calor. No me atrevo a tocar tus dedos porque quiero que me veas a los ojos cuando lo haga.

Ya la ebriedad nos golpea, pero no lo suficiente como para buscar el rojizo de la pista en nuestro iris… Hasta que me atrevo.

‘¿Qué pasa?’, preguntas en baja voz cuando percibes mi mirada. Tus párpados poco a poco se abren y el aliento a alcohol y cigarro me baña las cejas.

‘Nada’, te digo y ahora sí atrapo tu mano con mis dedos.

Abres más los ojos, sacudes tu cabeza y te fijas en el conductor… Sí, él mira hacia otro lado. Seguro piensa en su familia, en su cama o en el sueño que no tendrá en esta noche invernal.

‘¿Qué importa?’, te recuerdo con mi media sonrisa.

Callas y me tomas con tu otra mano mi palma.

El conductor nunca supo nada de nada. Estaba muy cansado para buscar lo rojizo de la pista en nuestros rostros.

--

--

Jorge Arturo Mora
Jorge Arturo Mora

Written by Jorge Arturo Mora

Escribo, escucho y veo para seguir escribiendo.

No responses yet